El Rey Esqueleto

Leoric, el Rey Loco, perdió la razón bajo el influjo de Diablo, Señor del Terror. Las atrocidades que cometió en vida solo podrían compararse a las que llevará a cabo después de muerto si algún día logra volver a Santuario con su ejército de muertos vivientes...

Carruaje poseído

Los aventureros que atraviesen el Cementerio de Ashwold no tardarán en familiarizarse con el carruaje poseído, que, según se dice, transporta las almas de los muertos.

Condesa

La Condesa se crió en un castillo aislado y rodeado de bosque en Khanduras. Durante años, utilizó la sangre de centenares de cautivos para darse baños que preservaban su floreciente belleza. Cuando al fin lograron poner fin a sus desmanes, hubo que encerrarla en la torre del castillo porque era imposible darle muerte.

Fahir

El monarca inmortal llamado Fahir reinó sobre Shassar mucho antes de que se tornara un páramo. Su reinado se caracterizó por los atroces sacrificios de muchos de sus parientes y el uso de rituales de longevidad malditos en beneficio de los nobles y el rey, que se presentaba como una deidad viviente. Su dinastía perduró varias generaciones antes de que un grupo de disidentes destruyera su cetro, símbolo de su poder, y el Mar Shassar se volviese ingobernable.

Baal

Uno de los tres demonios mayores y corruptor de la Piedra del Mundo, Baal se solaza con la aniquilación absoluta, tanto si la incita como si la inspira. El Señor de la Destrucción habría arrasado la humanidad entera desde Santuario de no haber sido por el sacrificio del arcángel Tyrael.

Coloso glacial

En la Caverna de los Ecos se esconde una piedra que emana un frío espantoso: la lágrima de hieloflama. El Coloso Glacial, formado con la carne de las almas rapaces que buscaban hacerse con el poder de la piedra, es su guardián.